jueves, 21 de mayo de 2015

LOS RAROS

Los Raros fue visto como un libro provocador y ocasionó una importante controversia, ya que muchas de las siluetas que presenta van acompañadas de rasgos de perversión, locura, alcoholismo, adicciones, vidas desdichadas e incluso la muerte prematura y en condiciones inciertas. Todos los relatos incorporan un retrato físico y psicológico-moral de los escritores, cada uno de ellos marcado por algún tipo de extrañeza. En general, la mayoría responde al carácter de nerviosos, enfermos, locos o excéntricos.

Estas siluetas recorren vidas, construyen biografías. En ellas, Darío impone un tipo de crítica que se llamó “crítica impresionista”; aquella que exhibe la subjetividad frente al hecho estético, que da cuenta de la reacción del crítico frente a la obra de arte.

En Los Raros, Darío compone una representación de la “vida de artista”. Una de las características de este estilo de vida es la bohemia, tal como la muestra en el retrato de Auguste Villiers de I’sle-Adam. Allí, la vida bohemia concluye en una muerte desgraciada, conducida por el alcoholismo y la adicción a las drogas. Y para lograr construir del personaje una figura tan extraordinaria como excéntrica, se vale de sueltos de prensa, anécdotas y rumores en torno al “aristócrata pobre”.

Además de la vida bohemia, en estos relatos también pueden hallarse otros matices como la heroicidad y la victimación: se presenta a ciertos artistas modernos como héroes (Poe, Martí, Ibsen) o como víctimas de una sociedad burguesa, utilitaria y materialista (Poe, Martí).















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